Con suerte se encontraba en el meridiano de su vida, con la fortuna de no sentirse resabida del vivir.
Mantenía la energía necesaría para seguir vagando, con tanto empuje, que al verse consciente de sus limitaciones con el paso del tiempo, habia sentido la inquietud y preocupación de verse impedida para ver cumplidas todas sus ilusiones.
Y como una especie de aparición... se percató que puede ser tan funesto la falta de pretensiones como la desazón por no poder llegar a conseguir todos sus anhelos.
Definitivamente se enteró que no podía llevar semejante carga.
Ya no tendrá ansiedad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario